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lunes, 15 de marzo de 2010

Poesías de Amor y Primaveras (página dedicacada a los lectores de mi blog)

La rosa del amor

La primavera es por definición la puerta que abre nuestros sentidos. Todo renace y se transforma en color y vida, para dejar al largo invierno olvidado, aletargado, en el trastero de nuestra memoria, como algo viejo y pesado que nos impide avanzar en el ardúo y frío transitar mundano. Poetas, bardos y trobadores, desde tiempos inmemoriales, definieron a la primavera como la Estación del Amor. Dicen que es un tiempo para amar, para inspirarse en la poesía y exaltar el encanto de las flores; es cuando el sol nos brinda su más cálida sonrisa, los bosques se engalanan de majestuosos tonos verdes, regalándonos su máximo esplendor y los ríos se cubren del manto plateado de luna, también está presente la luna de abril... Las aves estrenan casas nuevas y los alegres miembros se múltiplican, cantando sus mejores sinfonías. En primavera, es tiempo de dejar paso al corazón, aunque la cabeza le esté pidiendo cuentas.
Hortensias de la sensualidad

EL AMOR
El amor ¿a que huele? parece cuando se ama
que el mundo entero tiene rumor de primavera.
Las hojas secas vuelven y las ramas con nieve
y él sigue ardiente y joven, oliendo a la rosa eterna.
Por todas parte abre guirnaldas invisibles,
todos sus fondos son líricos, -risa o pena-
la mujer a su beso cobra un sentido mágico
que, como en los senderos, sin cesar se renueva...
Vienen al alma música de ideales conciertos,
palabras de una brisa liviana entre arboledas,
se suspira y se llora, y el suspiro y el llanto
dejan como un romántico frescor de madreselvas.
Juan Ramón Jiménez

Campanitas del cielo


LA DULCE BOCA

La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas destilado,
y a no envidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida,
¡amantes! no toquéis si queréis vida:
porque entre un labio y otro colorado
Amor está de su veneno armado,
cual entre flor y flor sierpe escondida.
No os engañen las rosas que a la Aurora
diréis que aljofaradas y olorosas
se le cayeron del purpúreo seno.
Manzanas son de Tántalo y no rosas,
que después huyen del que incitan ahora
y sólo del Amor queda el veneno.


Luis de Góngora (1561-1627)

La rosa de la esperanza

AMOR ETERNO

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mi podrá apagarse
la llama de tu amor.

Gustavo Adolfo Bécquer


De terciopelo negro

QUE EL AMOR NO ADMITE
CUERDAS REFLEXIONES 
 

Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.
No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.
Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.
Y el perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua.
La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Rubén Dario

Fotos y texto: Luz